ATERRIZAJE EN EL PARQUE ALAMEDA

Ziam se presentó en nuestro cole muy alborotado. Alguien le había dicho que los peques del Parque Alameda iban a visitar una granja y quería reservar su plaza en el autocar.

No creáis que todos le recibieron con el mismo entusiasmo. Algún pequeño dijo: "Pues yo no me pienso sentar a su lado". Y es que le veían tan raro,con esa voz de robot, y ese nombre tan difícil de pronunciar(Fian,Fdan, Sofian...) y ese color cian...

Pero esto duró poco. Enseguida se dieron cuenta que había llegado un amigo con el que iban a pasárselo bomba, cantando con él y su micrófono, jugando (algún empujón se llevó el pobre) y disfrutando de las sorpresas que Ziam les había preparado.

Como Ziam era un poco mandón el primer día ya les trajo un calendario del mes de mayo y les dijo:" Quiero saber  qué día tengo que ponerme el peto de granjero y el sombrero de granjero y además, los días que no vengáis al cole tendré que irme con Isabel. No quiero quedarme solo si no estáis vosotros.  ¿Cuáles son esos días?". Y a cambio les regaló un poemita. "ININGLIS". Aquí lo tenéis.

Fue muy divertido. Parecía que estábamos jugando al bingo. Eeel 28,2,8; eel 15, 1,5;eeel 29,2,9

Otro día les trajo un SUDOKU de animales. Los alamedos lo resolvieron en un pispas. ¿os atrevéis vosotros?

Como Ziam es supergigante, nos ha traído un libro enorme desde su planeta. Cuando pasas las páginas parece que estás abriendo las puertas de tu casa. Pero él con su manaza y sus dedos larguísimos lo hace divinamente. El cuento se titula          EL BOSQUE ENCANTADO DE GUARACHICA y Ziam nos lo contó así:

                                http://www.javivimuralista.com/

Cuenta una vieja leyenda india que hace muchos años existió un bosque que estaba encantado. El bosque rodeaba un pequeño poblado en el que la vida transcurría con tranquilidad: los hombres cazaban búfalos para alimentarse y las mujeres elaboraban vestidos con sus pieles. Los niños eran cuidados por los más ancianos del lugar. Éstos, llenos de sabiduría y conocedores de muchas historias fantásticas les narraban siempre la historia de Guarachica.
Guarachica era el nombre del bosque y estaba hechizado. Todo aquél que se adentrara en él se convertiría en una enorme rana plateada

Contaba el más anciano del lugar que el color de las ranas era debido al reflejo de la luna.
La blanca y fría luna cuando ilumina la noche se escurre entre los árboles buscando el agua del lago para ver su hermoso rostro. Pero lo único que se ve reflejado en el agua son las tranquilas ranas que croan y croan sin parar reposando en los grandes nenúfares. Envidiosa la luna por no poderse ver, realizó un conjuro mágico y condenó a todo aquél que se atreviera a entrar en el bosque a convertirse en rana.
Las ranas, muy disgustadas con el hechizo porque ya no podrían ver a los niños de la pradera , acordaron contar un cuento a todos los animalitos del bosque cada noche.

Muchos eran los animales que se acercaban al lago para oír las maravillosas historias de las ranas plateadas. El más atento era el astuto zorro que pretendía aprenderse las historias para contarlas fuera del bosque para que los niños y mayores confiaran en él y... ya sabéis como se las gastan los zorros.
Todas las gentes del poblado  corrieron a sentarse alrededor de la hoguera para escuchar al zorro. Este tan presumido como siempre empezó a mover su roja cola y se dispuso a comenzar con voz dulzona.

"Había una vez un señor tan pequeñín que casi cabía en su sombrero.Pero lo que más llamaba la atención de él era su gran afición a las mariposas. No, no las cazaba para coleccionarlas, solo le gustaba contemplar su colores y saber cuántas había. Para ello zarpó en su gran barco y fue de isla en isla tomando nota de todas las mariposas que allí vivían. Estaba un día tan fascinado contemplando un grupo de mariposas que...

...Pero el zorro no pudo seguir narrando la historia ya que desde lo alto de un árbol el señor Ojitos, que así se llamaba el búho más anciano del lugar, le interrumpió:
Niños, niñas, no escuchéis al zorro- gritó el búho-. Los mejores cuentos los narran las ranas plateadas del bosque encantado. El zorro siente envidia de ellas ya que él ha dejado de ser el centro de atención del bosque. 
Pero los niños dijeron que si iban al bosque  ya no podrían salir de él porque se convertirían en ranas.
Eso no es cierto-sentenció Ojitos-  Podéis ir tranquilos a escuchar los cuentos y a conocer el maravilloso mundo que encierra el bosque. De los árboles florecen hermosos frutos dulces y frescos. El agua pura y limpia del lago refleja un inmenso cielo en el que las aves compiten en belleza con las blancas nubes. Las grandes setas sirven de cobijo a los cansados animales.

Tan fantástico les pareció a los pobladores lo que contaba el búho que todos corrieron hacia el bosque encantado.
La orilla del lago era un hervidero de personas y animales. Todos esperaban con gran tensión la aparición de las ranas plateadas. De pronto se oyó un débil croar y todos se callaron. El sonido fue aumentando y de un claro del bosque salió una gran comitiva encabezada por la rana más fantástica del lugar: Guarachica. Todos se hicieron a un lado y el cortejo pasó  dejando  un rastro de emoción y sorpresa. Todos querían verla y oírla.
Guarachica  miró a todos los presentes y de su boca salieron las historias más maravillosas que nunca los humanos habían oído. Tan extasiados estaban todos que  el amanecer llegó en un suspiro.

Todos se marcharon a sus casas pero deseando que llegara la noche para volver al bosque y escuchar la dulce voz de Guarachica que los transportaba a un mundo mágico.


Y cuenta la leyenda que todas las noches un hermoso ciervo sube a lo más alto de las montañas y levantando su hermosa cabeza grita:

"EL CUENTO VA A COMENZAAAR.  VENGAN TOOODOOS"

Y llegó el día 10.  Ziam llegó el primero a la fila y me buscaba para ponerse su peto de granjero, y su sombrero de granjero, y su crema para evitar ponerse azul oscuro.
Pero no llegué.  Así que tuvo que irse con lo puesto. Al principio le dio un poco de pena, pero al poco rato se olvidó de mí y de los pantalones y de la crema y del sombrero. Mirad qué bien se lo pasó en Cubillas.

 Ziam grabó en su memoria todo lo que vio allí. Y cuando le volví a ver estaba un poco más oscuro y sus ojos estaban un poco más abiertos por todo lo que había podido admirar. Y muy emocionado empezó a hacerme miles de preguntas:
¿Sabías que los cerdos son muy limpios y que hay cerdos vietnamitas muy divertidos y obedientes y que los cerdos no pueden mirar al cielo?
¿Sabías que el hilo de las arañas es más fuerte que un alambre con su mismo grosor?
¿Sabías que una vaca puede subir escalones pero no bajarlos?
¿Sabías que cuando una gallina pone un huevo, está calentito?

¿Sabías que un caballo sólo tiene un dedo en cada pata?
¿Sabías que casi ningún gato tiene pestañas?
¿Sabias que los gallos cantan a todas horas, no sólo al salir el sol?

¿Sabías? ¿Sabías? ¿Sabías? ¿Sabías? ¿Sabías? ¿Sabías?

Y también había traído unos recortables para los niñ@s . Y esta vez sí se vistió de granjero mayor. Mirad qué bonita                                        La Granja de Ziam

.

 Cuando Ziam se despidió de nosotros nos dejó su micrófono de recuerdo.

 Así todos los días cantamos un poquito para que él nos escuche desde su planeta Caronte 

Y cuando contamos un cuento que creemos que le va a gustar, decimos con la voz metálica: 

 

 EL CUENTO VA A COMENZAAAAR.

VENGAN TOOODOOOS

Pero ya les he dicho yo que Ziam se ha ido a un pueblo que tiene nombre de cigüeña....


IsaTraspi